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Los Principales Cambios en la Inmigración bajo la Administración Trump (2025)

En los primeros días de 2025, el gobierno de Trump firmó una serie de órdenes ejecutivas que ampliaron drásticamente el control migratorio. Estas medidas refuerzan la fiscalización de visados, suspenden programas de refugiados y asilo, amplían las deportaciones e intensifican la seguridad fronteriza.

A continuación, detallamos los principales cambios confirmados y propuestas en curso que afectan a solicitantes de asilo, visados de trabajo (H‑1B, L‑1), Green Card, naturalización, inmigración familiar, deportaciones y políticas fronterizas.

Política de asilo

Reactivación del Título 42

Trump indicó que pretende reactivar la autoridad sanitaria conocida como “Título 42”, permitiendo expulsiones sumarias de migrantes en la frontera sin analizar la solicitud de asilo. Esto significa que los refugiados pueden ser devueltos sin proceso, bajo la justificación de salud pública.

“Permanecer en México”

Está en curso la reinstalación del programa MPP (“Permanecer en México”), haciendo que los solicitantes de asilo esperen en México hasta que se resuelvan sus casos. Esta política obliga a muchas personas a permanecer en condiciones precarias mientras esperan la decisión sobre sus solicitudes.

Acuerdos de Tercer País Seguro (ACAs)

Trump planea reactivar o negociar nuevos acuerdos con países de Centroamérica (El Salvador, Guatemala, Honduras) para deportar allí a quienes soliciten asilo en EE.UU. La idea es que los migrantes sean enviados a estos “terceros países” para su procesamiento, en lugar de ingresar al territorio estadounidense.

Restricciones a los beneficios para asilados

Entre las propuestas está eliminar completamente la autorización de trabajo para solicitantes de asilo y hacer que estas familias no sean elegibles para asistencia de vivienda. Esto impediría que muchas familias trabajen legalmente o reciban ayuda pública mientras esperan la decisión de sus casos.

Cierre de la aplicación CBP One

La aplicación “CBP One”, utilizada para agendar solicitudes de asilo en la frontera sur, fue cancelada. Sin esta herramienta, el proceso oficial de solicitud queda paralizado, lo que aumenta aún más la incertidumbre para quienes buscan protección por la vía legal.

Visados de trabajo (H-1B, L-1, etc.)

Vetting más riguroso

Todos los visados de trabajo estarán sujetos a una “verificación reforzada”. Una orden ejecutiva instruye a los consulados y oficinas de visados a profundizar los controles de seguridad para candidatos y residentes. En la práctica, esto causará retrasos, entrevistas adicionales y aplazamientos para personas nacidas en países considerados “de riesgo”. Quienes tengan o soliciten un H-1B o L-1 deben esperar largos períodos de procesamiento.

Exigencias salariales más altas

Se prevén nuevas reglas de “salario prevaleciente” que aumentan significativamente el salario mínimo para H-1B y L-1. El objetivo es garantizar que solo los trabajos de alta remuneración califiquen para estos visados, reduciendo la oferta de mano de obra extranjera más barata.

Criterios de calificación más estrictos

Las definiciones de “ocupación especializada” (H‑1B) pueden ser restringidas y probablemente se reforzarán requisitos como títulos específicos. Se espera que Trump retome acciones de su primer mandato, eliminando la deferencia a aprobaciones previas y revisando los requisitos de formación, dificultando aún más la obtención de estos visados.

Reducción de otros visados temporales

Además de H-1B/L-1, el gobierno evalúa restringir visados H-2A/H-2B (trabajadores agrícolas/temporales) e incluso visados familiares de empleo (L). Puede haber recortes de cupos y requisitos adicionales para todas las categorías de visados de trabajo.

Política de “inmigración diplomática”

Los países que se nieguen a aceptar inmigrantes deportados de EE.UU. pueden ver limitada la emisión de visados. Esto significa que brasileños u otros extranjeros pueden tener dificultades para obtener visados si su país no cumple con los acuerdos de repatriación de EE.UU.

Green Card e inmigración familiar

Prioridad al mérito sobre la familia

La administración Trump quiere reducir los visados de residencia basados en lazos familiares, privilegiando los visados “basados en mérito” (profesión/educación). Esto indica recortes en categorías de familia extendida. Una reforma inspirada en la RAISE Act significaría menos green cards para parientes (tíos, primos, etc.) y más para profesionales calificados.

Eliminación de programas humanitarios

Varios programas preferenciales están siendo revocados. Por ejemplo, se puede eliminar la lotería de visados de diversidad y congelar los cupos de refugiados. En la práctica, esto elimina cientos de miles de plazas anuales para quienes esperaban el green card por estas vías.

Congelación del procesamiento

Informes indican que muchas solicitudes de green card y procesos de residencia (incluyendo peticiones ya aprobadas) pueden ser paralizados o sufrir grandes retrasos, redirigiendo recursos de las agencias de inmigración hacia la aplicación de la ley. El objetivo es reducir el número total de residentes legales admitidos.

Naturalización más difícil

Aunque no hay detalles públicos específicos, se espera que la obtención de la ciudadanía se vea afectada indirectamente por estos cambios. Los procesos de naturalización tienden a retrasarse con menos personal en USCIS y con requisitos adicionales (como dominio del inglés o residencia fija).

Tribunal de litigios

Es importante señalar que algunas acciones del gobierno de Trump ya han sido impugnadas: un juez federal llegó a bloquear provisionalmente el decreto que ponía fin a la ciudadanía por nacimiento en EE.UU., pero esta disputa legal puede retrasar o limitar algunas propuestas.

Deportaciones y aplicación de la ley

Operación de deportación masiva

Trump prometió realizar la “mayor operación de deportación en la historia de EE.UU.”, apuntando a 15 a 20 millones de personas sin estatus legal. Aunque este número es logísticamente improbable, el mensaje es claro: habrá un aumento drástico en las remociones. Ya se están reforzando los recursos para cumplir con las órdenes de remoción pendientes.

TPS, DACA y PIP cancelados

Como se ha señalado en la transición, programas como TPS (estatus temporal para países en crisis) y la expansión de DACA (por ejemplo, PIP – Parole-in-Place) deben ser terminados. Los beneficios vinculados a estos programas (como permisos de trabajo) serán suspendidos, y miles de inmigrantes perderán protección legal.

Expulsión acelerada ampliada

El uso de la “expulsión acelerada” se ha intensificado. Esto permite que las autoridades de inmigración deporten a inmigrantes sin audiencia, tras breves procedimientos administrativos. El resultado práctico es un proceso de deportación mucho más rápido, con menos garantías de defensa.

Colaboración con autoridades locales

La nueva orden ejecutiva autoriza a la policía estatal y municipal a detener a inmigrantes sin estatus. En otras palabras, los agentes locales pueden actuar como policías de inmigración, aumentando las redadas y detenciones en todo tipo de entornos. Las ciudades y estados que se nieguen (las llamadas “jurisdicciones santuario”) pueden ver recortados sus fondos federales.

Fin de “lugares sensibles”

El reciente decreto eliminó la protección que impedía fiscalizaciones en “lugares sensibles” (iglesias, escuelas, hospitales). Esto significa que los refugiados en iglesias y otros espacios religiosos corren el riesgo de ser alcanzados por agentes migratorios dentro de estos lugares históricos de refugio.

Fiscalización masiva

Se prevén visitas a empresas (“worksite raids”), redadas en residencias y deportaciones prioritarias de personas con órdenes de remoción abiertas. El ICE, bajo la dirección de un nuevo jefe de línea dura, recibió apoyo del gobierno para ejecutar agresivamente órdenes y detenciones.

Control y refuerzo en la frontera

Emergencia nacional

Trump declaró emergencia en la frontera sur, autorizando el uso de las Fuerzas Armadas para reforzar el cerco. Así, tropas y la Guardia Nacional pueden ser desplegadas para contener flujos migratorios y construir barreras adicionales.

Construcción del muro y barreras

Está en marcha la reanudación de la construcción del muro en la frontera EE.UU.-México. Además, se están considerando proyectos polémicos como barreras flotantes en el Río Grande (Texas).

“Invasión” ilegal

La administración califica el aumento de la entrada de migrantes como una “invasión”, basándose incluso en el artículo IV de la Constitución para intentar impedir cualquier entrada irregular. En términos prácticos, esto significa bloquear virtualmente a cualquier persona que llegue sin el visado adecuado, incluidos verdaderos refugiados, lo que probablemente llevará a batallas legales por violación del derecho de asilo.

Buques de patrulla

Entre las propuestas más radicales, Trump mencionó incluso la posibilidad de usar la Marina y la Guardia Costera para bloquear aguas internacionales contra el tráfico de personas. Aunque esto aún está en debate, muestra el énfasis extremo en la interdicción fronteriza.

Suspensión de refugiados

Como ya se mencionó, todo el programa de recepción de refugiados (USRAP) está suspendido hasta nuevo aviso. A partir del 27 de enero de 2025, no se ha autorizado ninguna entrada adicional, salvo raras excepciones consideradas de “interés nacional”.

Procesos pendientes y migración familiar

Organizaciones advierten que entrevistas consulares, visados de reunificación familiar y otros procesos pueden enfrentar largos retrasos debido al descrédito de acuerdos internacionales y la revisión de tratados. En especial, acuerdos como el NAFTA/USMCA (que permitía visados TN) están bajo nueva evaluación, lo que puede afectar los flujos de trabajadores de México y Canadá.

Ante este escenario, es esencial evaluar cada caso con cuidado y orientación especializada.

Recomendamos agendar lo antes posible una consulta jurídica especializada en inmigración. Un abogado puede analizar cómo estas políticas afectan su situación específica, preparar documentación sólida y planificar estrategias alternativas (como visados de trabajo o inversión) si es necesario. En temas tan volátiles y complejos, la asistencia profesional es la mejor forma de minimizar riesgos y encontrar el camino más seguro para regularizar su situación en Estados Unidos.

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